La Leyenda Negra española:
«Leyenda Negra» es una expresión acuñada por Julián Juderías en su trabajo presentado al concurso organizado por la revista La Ilustración Española y Americana de 1913, acerca de la imagen de España en el extranjero. Juderías logró ganar el premio, y tras publicarse en cinco partes en la revista, su trabajo apareció en 1914 como libro bajo el título de La Leyenda Negra. Estudios acerca del concepto de España en el extranjero. Las sucesivas reediciones de la obra ayudaron a popularizar el uso del término, aunque no a mitigar las exageraciones y bulos que constituyen la Leyenda Negra.
La Leyenda Negra vive varias fases que es preciso enunciar:
En la primera etapa de la Leyenda Negra no podían faltar los presuntos crímenes de la Inquisición española, que en realidad no fueron sino ejecuciones políticas contra disidentes, y en verdadero cuentagotas: no fueron ejecutados tras juicios más de 2.000 o 3.000 personas en más de trescientos años, cifra superada ampliamente por las cazas de brujas coetáneas en los países europeos o los tribunales populares de cualquier país del socialismo real en mucho menos tiempo.
Cuando las fuerzas se equiparan en el siglo XVIII, la Leyenda Negra pasa a una segunda etapa y se convierte en desprecio de la cultura española, supuesta gregaria de la de otros países europeos como Francia, elevando la metafísica agustiniana y por lo tanto premedieval de Descartes a niveles que producen verdadera vergüenza ajena.
La tercera etapa de la Leyenda Negra se inicia en el siglo XIX, con la constitución de la nación española y el romanticismo que fantasea que España es una prolongación de África o de Arabia, como afirmaron viajeros del tipo de Washington Irving o Borrow en sus libros. «África comienza en los Pirineos», afirmaba sin sonrojarse anteriormente Alejandro Dumas.
No obstante, muchos hispanistas afirman que cuando Julián Juderías estudia la Leyenda Negra, ésta ya ha desaparecido y la imagen negativa de España en el extranjero ha sido superada —Vicente Blasco Ibáñez, que usó la expresión Leyenda Negra en una conferencia, afirmaba que pese a todas las injurias vertidas sobre España, ésta caminaba ya bajo la senda del progreso junto a las demás naciones de Europa.
La Leyenda Negra vive varias fases que es preciso enunciar:
En la primera etapa de la Leyenda Negra no podían faltar los presuntos crímenes de la Inquisición española, que en realidad no fueron sino ejecuciones políticas contra disidentes, y en verdadero cuentagotas: no fueron ejecutados tras juicios más de 2.000 o 3.000 personas en más de trescientos años, cifra superada ampliamente por las cazas de brujas coetáneas en los países europeos o los tribunales populares de cualquier país del socialismo real en mucho menos tiempo.
Cuando las fuerzas se equiparan en el siglo XVIII, la Leyenda Negra pasa a una segunda etapa y se convierte en desprecio de la cultura española, supuesta gregaria de la de otros países europeos como Francia, elevando la metafísica agustiniana y por lo tanto premedieval de Descartes a niveles que producen verdadera vergüenza ajena.
La tercera etapa de la Leyenda Negra se inicia en el siglo XIX, con la constitución de la nación española y el romanticismo que fantasea que España es una prolongación de África o de Arabia, como afirmaron viajeros del tipo de Washington Irving o Borrow en sus libros. «África comienza en los Pirineos», afirmaba sin sonrojarse anteriormente Alejandro Dumas.
No obstante, muchos hispanistas afirman que cuando Julián Juderías estudia la Leyenda Negra, ésta ya ha desaparecido y la imagen negativa de España en el extranjero ha sido superada —Vicente Blasco Ibáñez, que usó la expresión Leyenda Negra en una conferencia, afirmaba que pese a todas las injurias vertidas sobre España, ésta caminaba ya bajo la senda del progreso junto a las demás naciones de Europa.
Buena entrada, sobre todo si te has enterado bien.
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